INTRODUCCIÓN
Las pérdidas económicas y el número de víctimas que se producen durante los terremotos dependen directamente del daño sufrido por las construcciones, por el elevado número de edificios vulnerables existentes en las zonas sísmicas.
Durante los seísmos se libera de forma brusca la energía de deformación acumulada durante períodos de tiempo elevados en las zonas de contacto entre las placas tectónicas, pudiendo producirse a mayor o menor profundidad de la corteza terrestre. El foco o hipocentro es el lugar físico donde se produce. Puede ser superficial (entre 0 y 70 Km. de profundidad), intermedio (entre 70 y 300 Km.) o profundo (por debajo de los 300 Km).
El epicentro es el lugar de la superficie que está directamente encima de donde se ha producido la liberación de energía elástica. Los terremotos más destructivos son los más superficiales, especialmente si ocurren debajo de una zona habitada. Las ondas de energía que se generan en el foco, llegan a la superficie y se propagan al terreno adyacente, lo que repercute en las estructuras de los edificios.
Analizaremos los efectos de los seísmos en las edificaciones a las que afectan, así como los parámetros o criterios a tener en cuenta en el proyecto y construcción de las mismas.
Hay muchos países en donde es obligatorio el uso de las normas sismorresistente en la cual se proporciona los criterios de actuación a tomar en cuenta.
Dicha norma será de aplicación en aquellas construcciones en las que su destrucción por el terremoto pueda: ocasionar víctimas, interrumpir un servicio para la colectividad o que sea imprescindible, producir importantes pérdidas económicas o pueda dar lugar a efectos catastróficos (hospitales, edificios e instalaciones básicas de comunicaciones, para centros de organización y coordinación de funciones para casos de desastre, edificios e instalaciones vitales de medios de transporte, etc.)
Tambien se tomara en cuenta en los casos en que la aceleración sísmica básica sea igual o superior a 0,04g y cuando siendo mayor que 0,08g los pórticos no estén bien arriostrados entre sí. Será de aplicación además en aquellos edificios de más de 7 plantas en los que la aceleración sísmica de cálculo es mayor que 0,08g. El valor de la aceleración dependerá de la ubicación de la construcción, entre otros factores.
Clasificación según la capacidad de resistir de los edificios o construcciones antisísmicas:
TIPO A - Estructuras antisísmicas de hormigón armado o acero, calculadas para resistir fuerzas horizontales, y muy bien detalladas en los planos. Mano de obra y supervisión de la construcción, excelentes. Materiales de primera calidad.
TIPO B - Estructuras convencionales de hormigón armado, fábrica reforzada o acero, no diseñadas en detalle para resistir fuerzas laterales. Mano de obra, supervisión y materiales buenos.
TIPO C - Construcciones no muy débiles, aún con estructura interna de hormigón armado, fábrica reforzada o acero, pero no diseñadas ni construidas para resistir fuerzas horizontales. Mano de obra, supervisión y materiales, ordinarios.
TIPO D - Construcciones sin estructura alguna y muy débiles para resistir fuerzas horizontales. Mano de obra de baja calidad. Materiales débiles como el adobe.
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